I G N O R A N C I A
No conozco los nombres de las
flores
Pero admiro sus formas y color
Me embriagan sus finísimos
olores
Mostrándome el amor del
Creador
Yo no sé describir esos matices
Del ocaso en un atardecer
Pero mi alma, en éxtasis,
bendice
A quien tanta belleza supo
hacer
Yo no encuentro palabras aparentes
Frente a la furia de la
tempestad
Que expresen con tonos
elocuentes
Tanta grandeza, tanta
majestad
No sé expresar en términos cabales
Como huele la tierra al
recibir
El beso de las aguas
otoñales
Que aviva la alegría de
vivir
No
entiendo de Náyades, Ninfas o Sirenas
Junto
a arroyos de aguas en abril
Pero
su acento cristalino mi alma llena
Con inefable gozo de melodias mil
¿Con que frase diré las emociones
Que se sienten en el
primer amor?
Si has amado, te
sobran las razones
Torpes razones que te
diera yo
Frente al dolor ajeno ¿qué diría
Que impregnara
en las almas la emoción?
No sé hacerlo,
tan sólo lloraría
Como propias la
angustia y la aflicción
¡Oh torpe e inculta lengua mía
Que no sabe
expresar mis sentimiento
Cuando lo bello
me inunda de alegría
O del dolor me
afligen los tormentos!
No tengo arpas, ni citaras, ni liras
Que le presten
belleza a mi canción
Cuando mi alma
feliz de amor suspira
O me oprime la
pena el corazón
No conozco los cánones del verso
Con frases
bellas, yo no sé escribir
Mas veo la
armonía del Universo
Silenciosa,
eterna, discurrir
Y me gozo admirando las bellezas
Que ofrece la
sublime creación
Sintiéndome
pigmeo ante su grandeza
Que hace vibrar
mi ser con emoción
Yo sólo sé pensar, amar, sentir
Captando de la
vida lo mejor
Sintiéndome gozoso
de vivir
Bajo el influjo
santo del amor...
¡ Gracias, Dios mío, por hacerme así
Por darme, en
vez de ciencia, un corazón
Que anhela, que
desea, agradarte a Tí
Y que intenta
agradarte en su canción
Autor:
Isidro Tena Expósito