Lo que no nos gusta de nosotros mismos tiene que ser examinado detenidamente. Pero si hay algo en la vida dificil de enfrentar es aquello de nosotros que no nos gusta.
No se trata de tu nariz, de la barriga, de las piernas o de tu estatura. Ni siquiera de algunas acciones que podrian considarse inadecuadas o erróneas, ni tampoco de aspectos de tu carácter como el mal humor o la tristeza.
Es aquello que solo tu sabes de tí y que no cuentas a nadie.
A veces, lo reconoces en los demás; es aquello que te incomoda del otro y que siempre justificas cuando lo descubres en tí. Aquello que cuanto más tratas de esconder más aparente resulta.
Necesitarás un corazón lleno de amor, una mente dispuesta y un espiritu sensible para llegar al centro de tu Ser. Sólo así podrás extirpar las raíces de tu fealdad.
Meditación: Yo reconozco, acepto y abrazo cada aspecto de mí.
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